Día 5 de Diciembre de 2014 en el Club de Conciencia, hemos disfrutado de una lección magistral. Se ha hablado de como la vibración adecuada es el eje principal de la salud y el equilibrio y como a través de la reflexión y la meditación podemos reconocer nuestras virtudes y hallar el camino a la serenidad. Después de una pequeña presentación en la que se ha hecho somera referencia al currículo del ponente se ha procedido a dar la palabra a este, para mi, gran y humilde maestro.
Claudio Selleng es profesor en medicinas alternativas, instructor de meditación y yoga, reflexólogo, terapeuta de diversas disciplinas de medicina energética, como la terapia vibracional, sanación yoguica, masaje tradicional chino, ayurveda, tailandes, podal y maestro de diversas terapias como la de polaridad, kundalini y numerología tantrica. Formado en el Nepal, India, Tailandia, USA, Argentina y a lo largo del mundo en centros de poder espiritual y con maestros de la talla de Rimpoche, Wan Yu o Munyer.
Pues a pesar de todo eso, (sabemos que exceso de formación puede ser confusión en comunicación) desarrollo una presentación de una claridad y sencillez tal, que permitió a los reunidos, captar el mensaje inicial de esta primera cita con el maestro,
debemos conseguir un estado de serenidad para encontrar el equilibrio en nuestra vida.
Con su estado de calma habitual, Claudio nos introdujo en la filosofía de una antigua dinastía oriental perdida en el tiempo, unos 17000 años atrás.
La dinastía Bon, cuyos principios han sido reconocidos recientemente como precursores del Budismo, ha mantenido parte de su cultura y tradiciones en una zona determinada y remota del Nepal hasta llegar a nosotros.
Esta civilización hace ya mas de 14000 años, consiguió el perfecto dominio de los metales realizando unos instrumentos de vibración conocidos actualmente como cuencos tibetanos. Son una interpretación física perfecta de las frecuencias del cuerpo humano, conseguidos mediante la liga experta de los metales y la forma adecuada para transmitir la frecuencia vibratoria perfecta. Los diversos cuencos consiguen las notas adecuadas para equilibrar el cuerpo, y para excitar o potenciar los diversos estados existenciales por los que pasa el humano en su crecimiento espiritual.
Correctamente usados, su vibración produce diversos efectos que utilizados en las terapias energéticas dando al cuerpo la oportunidad de ordenar sus moléculas en la orientación adecuada, armonizando su vibración con la frecuencia de referencia del instrumento. Como es el diapasón para el músico, que afina su instrumento, la diferencia sustancial es que el instrumento es nuestro cuerpo, y el resultado es un estado de bienestar que deja nuestra mente libre al reconocer la divina antigüedad y equilibrio de nuestro cuerpo evolucionado.
Después de esta introducción, uno a uno, nos acerco un cuenco tibetano en plena vibración ascendiendo desde el plexo solar hasta la frente, y nos realizo diversas preguntas como, ¿que hemos sentido con esa frecuencia? hasta llegar a las preguntas de ¿si conocíamos nuestro interior? y si nos analizábamos para encontrar nuestra esencia o nuestro propósito de vida. En una palabra, si nos prestábamos atención o si solo seguíamos el ritmo de vida actual.
Con las respuestas obtenidas dio inicio a un pequeño cuadro donde el sentir, nos hace dar cuenta de lo que creemos y lo que necesitamos, para llegar a reconocer nuestras virtudes con las que realizar lo que nos gusta o proposito de vida
En el cuadro se relaciona la polaridad del cielo y la tierra y la escala de frecuencias humanas con una escala musical (FA DO SOL RE LA MI SI) ordenada según la vibración y su influencia en el cuerpo y su evolución consciente. Donde Fa sería la Tierra y SI sería el Cielo.
Una vez relacionada la vibración del cuerpo humano en su avance en la conciencia de ser, con el conocimiento de la dinastía Bon de este hecho hace 17000 años con la creación de los cuencos de frecuencias armonizadoras. Claudio nos demuestra la validez de estos conocimientos por los estudios actuales de la universidades rusas y asiáticas en la medición de dichas frecuencias y su influencia en la salud y el equilibrio del cuerpo. Y pasamos a la demostración.
El profesor Selleng, invito a uno de las asistentas para realizar el test de las imágenes con las mediciones de su cuerpo energético, usando el equipo que para la demostración había traído.
Para amenizar el proceso de medición, y mientras Claudio y la voluntaria trabajaban, Gorka, alumno de Claudio, explico como había llegado él al conocimiento de los cuencos tibetanos y como la ciencia actual esta demostrando la increíble verdad que hay en ellos a pesar de su antigüedad, mayor que la historia registrada.
Una vez registradas las mediciones a la voluntaria, Claudio hizo un breve análisis de lo que demostraba el espectro energético mediante el software médico con las diversas vistas y partes que se podían analizar de las mediciones y las partes a compensar.
Realizado un pequeño resumen integrador de los conocimientos expresados, pasamos a las preguntas y a la posterior picada donde se revive el debate entre todos y con el ponente.
Muchas gracias a todos por vuestra asistencia, muchas gracias a los siempre dispuestos ponentes, para transmitir de un modo desinteresado sus conocimientos con los que compartimos este etapa de experiencias tan prioritaria en estos momentos.
El próximo día 19 de Diciembre de 2014 a las 18:30, tendremos la participación de la ONG DSR (Dentistas Sobre Ruedas)fundada en 2007 con la presentación de su ultima campaña en Senegal, África y la reciente apertura de la clínica solidaria permanente en Palma destinada también a solucionar la exclusión social en odontología que también llega al mal llamado primer mundo, porque en África y en general las culturas ancestrales nos pueden dar muchas lecciones sobre lo que es Serenidad.
Será apasionante, os esperamos el 19
un fuerte abrazo y gracias
Josep Grau